MISIVA EN
DIÁLOGO INTERIOR
Escuchaba la música
de mi ordenador
y entrelazados.
los poemas recitados
con la voz del propio
Jaime Sabines…
y piezas de Chopin,
al piano,
con las que me acordé
de tu promesa
de tocarme música
con ese piano,
o con tu guitarra,
o con tu voz…
la música de tus versos.
Caro amor,
¿no has visto los recados
que te dejo en Delirica
y en Textale?
¿Tampoco has visto
los vehementes de mi corazón?
¿Y los que te dejé con las canciones?
¿No puedes oirlos?
Eso explicaría
tu silencio
y calmaría mi tristeza,
porque no me oyes
lo que te digo.
De verdad estoy loco.
Tal vez mi locura
te fastidie,
y eso me preocupa
en exceso.
Ya no saber de ti…
¡Me sentiría perdido!
¡Cruel amor
que me pone
de manos a boca
frente a la ausencia,
a la premura,
a la soledad!
Pero no importa.
Deja que me extinga
a la luz de tus miradas...
Con el timbre de tu voz
Sólo con tu sueño
Aunque sólo sea
con ese magro sueño.
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