miércoles, 30 de septiembre de 2009

Quiero ver tu sonrisa


Si tu joven silueta se recorta
A través de la limpia transparencia
De las brisas, me pregunto si sueñas
O si el dolor te hiere y te deshoja.

Pues confieso que si te pones seria,
Todo el poder que se fincó en mis manos,
Por ensalmo se esfuma y los milagros
De la mañana fina no despiertan.

Por eso te escudriño cuando llegas
Y si advierto en tus ojos el desmayo,
Me apresuro a robarte la tristeza,

Por ver si entonces tu dolor extraño
Se convierte en fragante sutileza
Y en ávida alegría junto a mis labios.

Luis Villaseñor
Todos los derechos reservados
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domingo, 27 de septiembre de 2009

SONETO


Si tu joven silueta se recorta
A través de la limpia transparencia
De las brisas, me pregunto si sueñas
O si el dolor te hiere y te deshoja.

Pues confieso que si te pones seria,
Todo el poder que se fincó en mis manos,
Por ensalmo se esfuma y los milagros
De la mañana fina no despiertan.

Por eso te escudriño cuando llegas
Y si advierto en tus ojos el desmayo,
Me apresuro a robarte la tristeza,

Por ver si entonces tu dolor extraño
Se convierte en fragante sutileza
Y en ávida alegría junto a mis labios.


Luis Villaseñor

Todos los derechos reservados

Décima

Hoy te vuelvo a sentir
En las entrañas clavada
Y tu frialdad me desgarra
Desde el cenit al nadir,
Pues aunque puedo vivir,
Yo siento cada mañana,
Soledad, que se desangra
Mi corazón y se empaña
El cielo de aquel zafir
Que mi pupila reclama.

Luis Villaseñor
3 de febrero de 1964

Todos los derechos reservados

martes, 22 de septiembre de 2009

Tu sabes bien

Que todas las tardes

Pregunto qué te has hecho.

 

Y aunque la luz solar

Haya viajado,

Del uno al otro confín del universo,

Comedida y cansada me responde,

Que en ese día acompañó a tu sombra,

Del placer al ensueño,

De la risa al silencio

Y de aquí para allá en tu trajín sereno.

 

A veces quisiera

Meterme a indiscreto

Y preguntar

Si tal vez el viento

Acarició tu pelo,

Si el sueño aquel

Te incomodó siquiera,

O si tu te entregaste embelesada

Al delicioso placer

De coquetear al cielo.


Y sin embargo

Siempre quedo en silencio

Y recrimino airadamente

Al deseo de querer perturbar sin tiento,

Tanta luenga pasión,

Tanto ajetreo.


Por eso te pido

Que si adviertes

Que me quedo soñando

Que empieza el devaneo,

Me perdones

Mi empeño

De perseguir

Tu aliento.

 

Porque sabes bien

Que si me atrevo

A contemplar

El halo brillante

De tus ojos,

Es porque hace ya largo tiempo

Que te quiero

Y que mirar apasionadamente

El ritmo de tu cuerpo,

Es para mi

El florecer del tiempo.

 

Por eso amada,

No te extrañe

Si presiento que vienes o que vas,

O que absorta

Detienes un momento,

Con tu ávida boca

Mi silencio,

Ni te asombre si te busco,

Si te sueño,

Ni siquiera

Porque logre conquistar un beso

 

Diciembre de 1966.

ROMANCE DE INVIERNO

Las ventiscas de invierno

Acarician tu talle

Y nubes desgarradas

Amedrentan tu traje.

 

En tanto que discurro

Con las hojas que caen,

Cómo podrás vivir

Por el tiempo insondable

 

Ojos llenos de amor,

Cabellera al desgaire,

Hambre de luz y sol

Y perfume de azahares.

 

Mas de pronto descubro

Que te vas por la calle

Como raro fantasma

Que flotara en el aire.

 

Y pienso que mis ojos

Arribaron muy tarde

Al placer delicioso

De soñar y mirarte.

 

 

Febrero de 1968

*MADRIGAL II

Tus ojos me socavan

Con fervor cristalino,

Igual que la marea

Que forjó con los siglos,

Abismos, filigranas

Y arenales y olvidos.

 


15 de enero de 1964.